Cuando hablamos de las mejores razas equinas, sin duda el árabe suele estar entre las predilectas de los entendidos en caballos. Por tanto no es de extrañar que una raza que surge del cruce del árabe con unas yeguas que destacaban para la caballería por su gran resistencia, tenacidad y coraje, sea la considerada por muchos la mejor raza de caballos del mundo.
Estamos hablando de la raza de equinos con el nombre «Shagya» árabe, debido al nombre del semental que dio origen a dicha raza.
¿Querés saber un poco más sobre esta raza?
En el siglo XIX, se quiso lograr una raza de caballo árabe que fuera buena para las artes militares, labores de campo en el territorio magiar y también para el enganche.
Ya en el siglo anterior, la monarquia austrio-húngara comenzó con la selección de equinos con el objetivo de lograr monturas resisentes, veloces y coraje para la caballería de su ejército. En esta búsqueda dos factores fueron importantes: por un lado el semental beduino Shagya y por otro lado, las antiguas razas negra de Hungría y Transilvania descendientes del Tarpan, que gozaron de fama por su valentía, resistencia y velocidad.
Además de Shagya, la base de esta nueva raza que estaba en proceso, la establecieron sementales Árabes y yeguas importados de Oriente a Hungría. Estos equinos se cruzaron con yeguas de la raza Transilvánica que habían sido seleccionadas por sus buenas aptitudes en la doma, resistencia, coraje y tenacidad, todas características importantes para los caballos de la caballería.
El cruce tuvo lugar en una yeguada fundada en 1789 por el comandante Joseph Csekonics, denominada Bábolna. Dicha yeguada se situaba cerca de la frontera entre Austria y Eslovaquia y pertenecía a la Hugría Real e Imperial.
Hablemos un poco más de Shagya, el considerado el semental más importante para la fundación de esta raza. Era un semental beduino con una alzada de 160 cm, que fue llevado a Hugría desde Siria en el año 1836 debido a sus buenas dotes y características para la cría. Sin duda fue una selección adecuada, ya que al ver el prometedor resultado de su prole se decidió que la nueva raza llevaría el nombre de este semental. Es cierto que el nombre de la raza Shagya árabe no sería reconocido por la World Arabian Horse Organization hasta finales de la década de los años ochenta.
De esta forma, las mejores yeguas autóctonas se cruzaron con sementales árabes creando unos equinos más solidos y de mayor alzada que el árabe y que además, poseían las buenas cualidades de estos últimos.
Los Shagya no tardaron en convertirse en los equinos predilectos de los oficiales de caballería y coger fama en el mundo equino gracias a su buenas dotes para la monta.