Todo comenzó cuando Odiseo intentó entrar a la ciudad de Troya. Ordenó la construcción de un gigantesco caballo de madera que pudiera acoger en su interior a cierto número de miembros del ejército griego.
Epeo fue el encargado de construir tal obra. En ella se introdujeron 39 guerreros entre los que se encontraba el propio Odiseo.
El propósito fue que los troyanos creyeran que era un obsequio divino que significaba la retirada rival.
La estrategia salió bien.
Esa misma noche, los troyanos aceptaron al Caballo como un obsequio por su triunfo en el conflicto bélico y lo ingresaron al interior de Troya.
Lo que no sabían es que en su interior se encontraba un enorme número de soldados enemigos, quienes atacaron por sorpresa al caer la noche, acabando con los defensores de la ciudad y provocando la caída de su imperio.

Está historia se convirtió en la fuente de inspiración para numerosas piezas literarias y de arte.

Fuente: https://www.noticaballos.com/caballo-de-troya.html?utm_source=destacados&utm_medium=4

 

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