Las garrapatas son parásitos externos que viven sobre nuestros perros y chupan su sangre para vivir. A lo largo de su vida, crecen y van cambiando su esqueleto externo; para ello detienen su metabolismo. Este proceso se llama muda.
En el caso de la garrapata Rhipicephalus, baja del perro para mudar, generalmente sube a una pared tranquila y luego baja para volver a subirse a un perro y alimentarse de su sangre.
¿Qué es lo peligroso?
Son transmisoras de enfermedades que se encuentran en la sangre. Esto lo hacen a través de la picadura donde transmiten unos parásitos microscópicos que no se ven a simple vista, y que se comen los glóbulos rojos de tu amigo perruno hasta provocar anemia. Esto se denomina Babesia.
Por otro lado, si el perro come una garrapata puede contraer Hepatozoon que también es microscópico y ataca a los glóbulos blancos, o sea las defensas del perro.
Un error muy común es arrancarlas, esto es indebido ya que queda debajo de la piel la parte de las garrapatas que contienen sus dientes (hipostoma), esto producirá una inflamación de la piel que podrá infectarse.
Por estas razones se deben combatir las garrapatas con los productos que el médico veterinario le indique.