Un nuevo cachorro en casa
La decisión de ampliar la familia con un cachorro nuevo representa un momento muy importante que condicionará la vida de toda la familia y toda la vida del animal. Esta decisión merece ser tomada con la mayor seriedad y responsabilidad, sin ceder a caprichos pasajeros considerando que en juego está el bienestar de un ser vivo y la paz de toda la familia. El cachorro que está por llegar deberá ser querido y ayudado en su desarrollo físico, pero también emocional. Estar preparado a asumir esta responsabilidad por un tiempo de 12 – 15 años es el primer paso hacia una convivencia serena en la que el respeto y el cariño sean las bases para disfrutar juntos.
El perro es un ser vivo pero es diferente de nosotros: aunque nos parezca que se relaciona con el ser humano al mismo nivel, es importante tomar conciencia de que sus esquemas mentales son diferentes y sus comportamientos deben ser interpretados a la luz del conocimiento de su forma de pensar y relacionarse. Uno de los errores más frecuentes de los dueños “novatos” es pensar que se puede tratar un animal como un ser humano y este error representa la raíz de muchos problemas de relación.
Algunos ejemplos y recomendaciones:
Ponernos al mismo nivel del cachorro podrá ayudarnos a descubrir si hay peligros a su alcance y eliminarlos: mirar debajo de muebles y camas para ver si hay objetos peligrosos como enchufes, cables sueltos, bolsas de plástico, medias o calcetines; objetos pequeños como botones, hebillas, agujas o alfileres, clavos y tornillos, cuerdas o cintas… todo esto representa un peligro potencial que debe ser eliminado.
Los cubos de basura de cocina, baño o despacho deberán tener una tapa y cerrarse suficientemente para que el animal no pueda llegar a su contenido.
Bajar la tapa del inodoro evitará que el cachorro pueda llegar a caer dentro y ahogarse o hacerse daño.
Productos de higiene y limpieza, medicamentos, desinfectantes e insecticidas, deberán ser colocados en lugares seguros fuera del alcance del cachorro.
Balcones y ventanas deberán controlarse para que el cachorro no pueda caer al vacío: desplazaremos sillas o mesas cercanas a las ventanas, pondremos protecciones a los barrotes de los balcones si son bastante alejados para que el cachorro pueda pasar, nunca lo dejaremos solos sin vigilancia si existe la posibilidad que pueda caerse, restringiéndole el paso si necesario.
Cuidar no dejar objetos delicados o de valor al alcance del cachorro: retirar decoraciones del hogar muy delicadas y recoger las joyas en un lugar seguro.
Muchas plantas ornamentales puedes ser venenosas para nuestro cachorro y debemos informarnos y en caso tengamos una en nuestra casa, tener mucho cuidado, enseñando al cachorro que no debe morderla o deshacernos de ella. Otro truco podría ser untar las hojas con algo desagradable o amargo así que el cachorro no la encuentre atractiva.