La vacunación en mascotas tiene el objetivo para prevenir cualquier tipo de enfermedad infecciosas graves o contagiosas entre las que afecten a los perros y a los gatos.
En muchos casos no existe un tratamiento o resulta difícil, poco posible o largo. Por eso la vacunación resulta ser unos de los casos más concretos, es una de las únicas herramientas para poder controlar y asegurar el bienestar de sus mascotas. En el mundo desarrollado, los sufrimientos y la gran mortandad provocada por brotes de una enfermedad infecciosa ya son cosas del pasado, y para los jóvenes, son difíciles de imaginar. Hoy en día, las vacunas se han convertido en la base fundamental de la medicina veterinaria preventiva, y tienen un enorme éxito en cuanto a la calidad sanitaria.

Hay muchas enfermedades que son posibles de prevenir con vacunas en los felinos y en los caninos. La buena eficacia y la escasa incidencia de efectos secundarios (particularmente si se comparan con los enormes beneficios en cuanto a nivel de salud que proporcionan las vacunas) han hecho que este procedimiento se haya instaurado como herramienta fundamental para asegurar el estatus sanitario de las poblaciones caninas y felinas en todo el mundo. Estos resultados estuvieron mejorando más recientemente, con las mejoras de las tecnologías en la producción y con la estandarización de los procesos con los que se elaboran las vacunas. Cuando un determinado del porcentaje de una población está inmunizada, ya sea por haber padecido ya la enfermedad o gracias a la vacunación preventiva, las temibles enfermedad pierden gran parte de su virulencia.

Ciertos dueños de mascotas caen una falsa sensación de seguridad, pero los brotes de una enfermedad aparecen de vez en cuando sin remedio y pueden también poner en riesgo a su gato o a su perro por estar mal vacunados o simplemente porque nunca lo hicieron.
Lo que hacen las vacunas es estimular los mecanismos de defensa del cuerpo, que son los que combaten la enfermedad. Cada una de las vacunas contienen como mínimo una parte de la partícula infecciosa, viva modificada o inactiva, es la que genera la reacción en el cuerpo de la mascota para producir inmunidad.

Luego de inyectar la vacuna, el cuerpo del animal reacción como si se tratase de una infección real (aunque los virus y bacterias contenidos en la vacuna han sido previamente inhabilitados para que NO puedan producir la enfermedad) y, en un plazo aproximado de 2-3 semanas, desarrolla una inmunidad específica contra ese microorganismo.
Esta demora es inevitable y suele ser necesaria una segunda/tercera vacunación al cabo de ese tiempo, sobre todo si se tratara de una vacuna inactivada.
Hay microorganismos patógenos causante de una enfermedad que también proporcionan protección contra otras enfermedades.Un ejemplo son los adenovirus caninos CAV1 y CAV2.

Todo tipo de vacunación consiste en proporcionar una protección antes de el animal contraiga una enfermedad, no después. Si se vacuna después de sufrir una enfermedad puede llegar a no ser útil esa vacuna.Una producción de las vacunas es muy compleja, y hay distintos sistemas disponibles que pueden presentar ciertas ventajas e inconvenientes. El Médico Veterinario de cabecera escogerá la vacuna y el calendario de vacunación más adecuados para sus mascotas.Los veterinarios le recomendaran el programa de vacunación más adecuado, y asesorarle sobre los peligros que suponen las enfermedades presentes en su población o en las regiones a las que habitualmente viaja su mascota. Vacunar regularmente con las dosis de refuerzo es esencial para mantener la protección que su mascota necesita. Debe vacunar anualmente.

Muchas enfermedades se pueden evitar vacunando a todas sus mascotas.

Fuente: foyel.com

 

Compartir

Comparte el contenido de esta nota en: